Aunque ya hace varias semanas que entro el otoño, es ahora cuando empieza a mostrar todos los tonos cromáticos de la paleta del bosque ibérico. Esos tonos verdes, ocres, rojizos y amarillos, que dan una dimensión insospechada a nuestro paisaje vegetal. Las Montañas de Burgos, normalmente mal llamadas Merindades, es un territorio rico en diferentes tipos de bosques, y una constante sucesión de ríos, lagos y montañas con su cubierta vegetal y su fauna asociada.
Pasear por esos bosques en otoño tiene una carácter especial, casi místico y nos recuerda que somos parte de la naturaleza y que incluso en nuestra sociedad desnaturalizada, aun tenemos mucho que ver con ella.
Los bosques de hayas que podemos observar subiendo por los Cuatro Ríos Pasiegos, cobran ahora un especial carisma y recomiendo a todo el mundo una visita a este maravilloso lugar. Cada rincón de estos parajes es un lugar único, solo hay que saber donde observar ¿seréis capaces...?
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