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viernes, 31 de mayo de 2013

Vida en el Pilón.



Aunque parezca sorprendente, nuestros pilones albergan mas vida de lo que pudiéramos pensar a simple vista. Siempre y cuando el pilón no lo hayan limpiado hace poco. Como ya comentamos en alguna entrada, el mejor momento para hacerlo sería en invierno, diciembre-enero, cuando los anfibios aun no han llegado a poner sus huevos, y el resto de las especies de las que se alimentan tampoco.


Otro aspecto interesante es que a nadie se le haya ocurrido echar pececillos de colores, que si, son muy bonitos, pero en poco tiempo, solo habrá eso, peces de colores. Se habrán encargado de comerse todo lo que se mueva por la charca. Por lo que no podremos ver nada.

Otro problema puede ser la colmatación, por hojas desprendidas de los arboles en otoño y cualquier otra materia vegetal en descomposición. Es bueno que el fondo tenga unos centímetros de esta materia donde puedan esconderse y cobijarse los animales, pero no es bueno, cuando el pilón esta prácticamente colmatado por esos elementos.


Si tenemos suerte y no han pasado ninguna de las tres cosas anteriores podremos observar una gran cantidad de vida acuática, tanto dentro como fuera del agua, dependiendo muchas veces de la localización del pilón, es decir, si está muy céntrico, dentro de un pueblo, o por el contrario esta en las afueras y el acceso de los animales es más sencillo y la perturbación menor.

Podemos encontrar diferentes especies de urodelos (anfibios con cola), anuros (anfibios sin cola), y una gran variedad de insectos acuáticos, y otros que solo en las primeras fases de su vida, viven en el agua, como algunos mosquitos o las libélulas.


Los pilones, son un gran acuario vivo, en el que se pueden entender las interrelaciones entre muchas de las especies que habitan este punto de agua. Como las plantas acuáticas sirven de refugio, alimento, y también para depositar los huevos a algunas especies.

Además de la fauna que vive de continuo o durante parte del año, encontramos otros animales que acuden a ella para beber, o lavarse, como pueden ser los pájaros, o algunos mamíferos. Para los amantes de la fotografía, puede ser un motivo bonito.





martes, 14 de mayo de 2013

Triturus marmoratus (Triton jaspeado)


 
 
Este es el tercer miembro de la familia de los tritones que podemos encontrar en el Norte de Burgos. Este tritón puede alcanzar los 160 mm de longitud, siendo el más grande de los tres, que podemos ver en las Merindades.

Su coloración es verdosa, con abundantes manchas negruzcas que le dan un aspecto marmóreo. El vientre es negro, una toda su superficie punteada de blanco. Es un animal robusto en el que también es muy fácil distinguir a los machos de las hembras, gracias a su dimorfismo sexual. Los machos presentan una cabeza más pequeña en relación a su cuerpo, mientras que sus patas son algo más largas. En la época de celo, que es cuando mejor se los observa en los puntos de agua a los que acuden año tras año, los machos presentan una gran cresta caudal y su cola también está muy desarrollada. Tras el celo esta cresta se reabsorbe. Las hembras en lugar de la cresta posen una especie de pequeña ranura dorsal de color amarillento.

El tritón jaspeado está ampliamente distribuido por toda la geografía de Castilla y León. Todos los tritones presentan un comportamiento nocturno, por lo que es mucho más fácil su observación cuando no hay luz, aunque en la época reproductora pueden presentar también actividad diurna. Los machos son los primeros en llegar a las charcas, y para orientarse hasta ellas, se ha demostrado, que pueden guiarse por estímulos terrestres y los cantos de las ranas y sapos. El cortejo tiene lugar en el agua, normalmente durante la noche.


Esta entrada está dedicada a mi amigo y miembro de la Asociación Herpetológica Española (AHE), Rubén Martínez Barbáchano. Las fotos fueron realizadas en cualquier charca del Norte de Burgos, respetando la integridad de los animales.

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