Este es el tercer
miembro de la familia de los tritones que podemos encontrar en el Norte de
Burgos. Este tritón puede alcanzar los 160 mm de longitud, siendo el más grande
de los tres, que podemos ver en las Merindades.
Su coloración es
verdosa, con abundantes manchas negruzcas que le dan un aspecto marmóreo. El
vientre es negro, una toda su superficie punteada de blanco. Es un animal
robusto en el que también es muy fácil distinguir a los machos de las hembras,
gracias a su dimorfismo sexual. Los machos presentan una cabeza más pequeña en
relación a su cuerpo, mientras que sus patas son algo más largas. En la época
de celo, que es cuando mejor se los observa en los puntos de agua a los que
acuden año tras año, los machos presentan una gran cresta caudal y su cola
también está muy desarrollada. Tras el celo esta cresta se reabsorbe. Las
hembras en lugar de la cresta posen una especie de pequeña ranura dorsal de
color amarillento.
El tritón jaspeado está
ampliamente distribuido por toda la geografía de Castilla y León. Todos los
tritones presentan un comportamiento nocturno, por lo que es mucho más fácil su
observación cuando no hay luz, aunque en la época reproductora pueden presentar
también actividad diurna. Los machos son los primeros en llegar a las charcas,
y para orientarse hasta ellas, se ha demostrado, que pueden guiarse por estímulos
terrestres y los cantos de las ranas y sapos. El cortejo tiene lugar en el
agua, normalmente durante la noche.
Esta entrada está
dedicada a mi amigo y miembro de la Asociación Herpetológica Española (AHE),
Rubén Martínez Barbáchano. Las fotos fueron realizadas en cualquier charca del
Norte de Burgos, respetando la integridad de los animales.
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