Muchas veces nos hemos encontrado a este curioso insecto en nuestras excursiones por el monte o incluso en nuestro jardín, sin embargo es un animal al que se le tiene cierto respeto, quizás por las falsas leyendas que circulan por la imaginacion popular. Ya que como aclaración a este punto debemos saber que la mantis hembra no devora al macho durante la cópula a menos que lleve tiempo sin comer. Estudios científicos han demostrado que en la naturaleza una mantis bien alimentada deja que el macho termine su trabajo y se retire, eso si, este procura irse con cierta rapidez por si la hembra no ha comido mucho...Características:
- Reproducción: Puesta entre 2 y 5 ootecas (entre 40 y 300 huevos cada una). Incubación 6 meses.
Las alas le son muy útiles a la mantis religiosa. Le permiten a estos insectos hacer cortos desplazamientos. Sobre todo, podemos ver volar a las mantis en verano, cuando se dirigen hacia farolas en busca de insectos atraídos por la luz, como polillas.
A pesar de tratarse de un insecto depredador, la mantis a su vez es depredada, sobre todo las mantis más jóvenes, por aves insectívoras, como las alondras.Desgraciadamente, la mantis religiosa cada vez es menos frecuente en toda Europa y en Europa Central se encuentra ya amenazada.

A finales de la primavera del año siguiente, emergerán centenares de pequeñas mantis dispuestas a formar un nuevo ejercito regulador de la población de insectos nocivos de nuestros campos y jardines.Es bien clara la importancia que tiene este insecto en el control biológico de las especies nocivas para la agricultura y la jardinería.
Su forma de caza es muy particular, ya que permanece casi inmóvil esperando que su comida pase cerca de ella, para luego atacar con extrema rapidez. Gracias a esto hay un tipo de arte marcial inspirada en ella y en su forma de atacar. Para alimentarse, mantiene las patas anteriores juntas mientras espera para atacar, por lo que parece que está rezando. Si otro insecto se posa junto a ella, lo observará girando la cabeza y lanzándose al ataque de inmediato. Sus patas anteriores sujetan a la víctima y la mantis comienza a alimentarse de ella inmediatamente, incluso si su presa sigue luchando para escapar. Es posible que se coman unas a las otras. Si bien tienen preferencias por animales vivos para su alimentación, en cautiverio también pueden llegar a alimentarse de insectos muertos siempre que alguien se los acerque a sus patas raptoras o boca.
